La expresión latina «translatio studiorum» hace referencia al movimiento intelectual, filosófico y cultural que afectó a tres civilizaciones (la de Bizancio, al imperio islámico y al occidente latino cristiano) y supuso el traslado de libros e intelectuales a lo largo de varias etapas de la historia.
La «traslatio studiorum» dura alrededor de un milenio, desde el fin de la escuela filosófica de Atenas a la Edad Media; Supuso un intercambio de conocimiento entre distintas culturas y religiones, en especial entre judíos, cristianos y musulmanes, y se extendió por diferentes lugares entre los imperios de Oriente Medio y Occidente. De esta transmisión del conocimiento formaron parte académicos, comerciantes y guerreros que utilizaron diferentes rutas militares y comerciales, como la de la seda o la de las especias, para la difundir el saber.
Se distinguen dos grandes periodos «coincidentes con el dominio cultural del oriente bizantino-islámico y del occidente cristiano. Mientras el aliento de la translatio sopló desde Oriente, predominó el viaje militar, el transporte de los libros y el encuentro entre los grandes centros de civilización». En esta etapa tuvo lugar un traslado incesante de libros, traductores y maestros a través de las «Casas del saber árabes, de los centros de traducción, de los studia monachales del cristianismo patrístico, de los studia epischopales urbanos y de los studia generales universitarios».
En Occidente la translatio se caracterizó fundamentalmente por la importancia adquirida por la traducción que ya se había iniciado anteriormente en Oriente. Proliferaron las traducciones de todo tipo de textos, de carácter científico, filosóficos o religiosos y se crearon nuevos centros y escuelas de traducción como la de Toledo, que transformó a la ciudad en foco de la cultura occidental.
Este gran movimiento cultural y filosófico iniciado en la Atenas bizantina e integrador de pensamientos, culturas, libros de todas las bibliotecas, orientaciones doctrinales, corrientes y autores de todo tipo, comienza a diluirse durante el final de la Edad Media, dando paso a la Modernidad.