La edición de libros en Roma se vio favorecida por la costumbre que tenían los patricios romanos de poseer colecciones de libros en sus casas como signo de distinción. Los romanos aprendieron de los griegos los procedimientos relacionados con el comercio del libro, aunque parece que fue en Roma donde a finales de la República se inicia el negocio editorial como tal, con una figura destacada, Tito Pomponio Ático, considerado el primer editor romano.
Primer editor romano
Tito Pomponio Ático (109 a.C. – 32 a.C.) fue historiador, escritor y un importante editor romano. Se le llamó Atticus debido a su amor por la cultura de Atenas, donde vivió de 88 a 65 a.C.
Fue un hombre culto, interesado por la literatura y poseedor de una gran fortuna. Lo aprendido en Grecia sobre la fabricación y comercio del libro, junto con sus contactos e influencias le sirvieron a Ático para iniciarse como editor de las obras de sus amigos, entre los que se encontraba Cicerón.

Tito Pomponio Ático
Ático escribió una cronología de la historia romana (Crónica o Liber annalis), entre otras obras, casi siempre de historia, aunque no se ha conservado ninguna de ellas. Se han encontrado, de su correspondencia con Cicerón, hasta 396 cartas dirigidas a él, pero ninguna de las que Ático pudo escribir a Cicerón. A través de esta correspondencia nos han llegado noticias de su negocio editorial.
La edición de libros en Roma
Cuando un autor quería publicar su obra podía encargar a sus esclavos que copiaran los textos y posteriormente vender o regalar a sus amigos y bibliotecas.
Otro procedimiento era que el autor llegara a un acuerdo con un librero, que hacía las veces del editor, para que encargara la copia y se ocupara de la venta de sus libros. Este fue el caso de Ático y Cicerón.
Ático poseía talleres en los que un gran número de esclavos especializados (serui letterati) se ocupaban de la manufactura y escritura material del libro. Se dividían en dos grupos:
- Los librarii, esclavos especializados y entrenados para copiar rápidamente los textos.
- Los agnostae, encargados de revisar y corregir todas las erratas que cometían los copistas por la presión del editor para que se copiara más en menos tiempo y debido a que los esclavos eran griegos y copiaban en una lengua que les era ajena.
Para conocer mejor cómo era el proceso de publicación veamos el ejemplo que describe Ibor Blázquez Robledo en su artículo:
“Supongamos que estamos en la Roma de Cicerón y Ático y que Cicerón ha decidido publicar sus Catilinarias. El autor le entrega a Ático un primer modelo para arrancar el proceso. La copia del libro se podía realizar de diferentes maneras.
La primera consistía en copiar el original de Cicerón para así tener dos modelos y copiar otros dos. De esta manera se obtienen cuatro modelos y podemos sacar otros cuatro y ya tienes ocho. Se seguía aumentando el número de modelos hasta que el pedido estuviera cubierto o dependiendo el número de librarii que pudiera tener Ático copiando el texto de Cicerón, ya que siempre se tiene que atender a otros pedidos y el número de librarii del taller era limitado.
La segunda opción consistiría en dividir el manuscrito de Cicerón en chartae, se asignaba una de esas chartae a cada escriba y éste copiaría esa charta sucesivamente. Tras haber obtenido el número de copias necesarias se unirían las chartae formando los volumina” (1).
Una vez terminados y revisados, los libros se podían vender con o sin el consentimiento del autor, en ediciones de lujo o en ediciones básicas. El precio variaba en función de la oferta y la demanda, del prestigio del autor y del nombre del librero que vendía.
Fuente:
(1) Blázquez Robledo, Ibor. El libro en Roma. Cuadernos del Tomás, 2011, nº 3, p. 103-124. Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/
ALONSO LÓPEZ, F.J. La producción y la distribución de libros en el Imperio romano. Disponible en: http://cartulariosmedievales.blogspot.com
Vidal, José Luis. Libros, libreros y librerías en la Roma antigua. Myrtia, 2012, Vol. 27, 57-71. Disponible en: http://revistas.um.es/myrtia/article/view/159381
Tito Pomponio Ático. En: https://es.wikipedia.org/
Esta entrada es la respuesta a la pregunta semanal del Test mínimo: El negocio editorial, que se inició en Roma a finales de la República, tuvo como figura destacada al que pasa por ser el primer editor romano. ¿Cuál era su nombre? –> Consulta las respuestas.