Las erratas son errores que aparecen en los textos impresos y que, en ocasiones, al cambiar una letra o palabra por otra, alteran el sentido original de la frase dándole un enfoque humorístico.

«Al emplear el aparato de mi invención para pecar a distintas profundidades, conviene poner un termómetro en el punto de amarse«. (Por pescar y amarre). Vituperio (y algún elogio) de la Errata, José Esteban

O la anécdota que cuenta Pablo Neruda en su libro “Para nacer he nacido” a propósito de la impresión de “una pequeña muestra tipográfica” para un poeta remilgado, realizada en la imprenta de su amigo Manuel Altolaguirre, cuando al leer el texto allí donde el autor había escrito «Yo siento un fuego atroz que me devora», el impresor había colocado: «Yo siento un fuego atrás que me devora».

Con la llegada de la imprenta la aparición de erratas comenzó a ser habitual como consecuencia del descuido no sólo de los autores, sino también de tipógrafos, cajistas y aprendices encargados de la composición de los textos en los talleres de imprenta.
En las primeras obras impresas, las erratas se corregían ejemplar por ejemplar, lo cual resultaba bastante costoso y para evitar este inconveniente se ideó poner una indicación al final del volumen, la fe de erratas, con la enmienda de las erratas cometidas en la obra.

La Fe de erratas se refiere a la lista de erratas observadas en un libro, colocada al final o al comienzo, con la enmienda que de cada una debe hacerse y que certifica que el impreso concuerda con el original autorizado. Por lo general la página o páginas de fe de errata se emite después de que el texto original sea publicado y contiene los errores y la enmienda que debe hacerse de cada uno de ellos.

ALGUNAS CURIOSIDADES BIBLIOGRÁFICAS

  • Psalmorum Codex publicado por J. Fust contiene en el colofón la primera errata de la historia del libro impreso, donde al trastocar las dos primeras letras aparece escrito Spalmorum Codex.
  • La primera fe de erratas conocida se refiere a una edición de las Sátiras de Juvenal impresa por Gabriel Pierre, en Venecia, en el año 1478, con las notas de Mérula. Las erratas de este libro ocupaban dos páginas.
  • En estas primeras ediciones las erratas eran abundantes, como es el caso del dominico Fray García que mandó imprimir, en 1578, una lista en 4º, con las erratas cometidas en la impresión de Summa Theologica de Santo Tomás. Dicha lista ocupó 111 páginas.
  • Otro caso curioso es el ocurrido al Cardenal Belarmino que confió a un impresor de Venecia la copia manuscrita perfecta de sus Controversias, para que se imprimiesen correctamente; aunque sus precauciones fueron inútiles y se vio obligado a publicar otro libro, en octavo, en el que revela todos los fallos cometidos en aquella edición. La fe de erratas ocupaba 88 páginas.

Fuente:

Lalanne, Ludovic. Curiosités bibliographiques (pág.272).

De la imagen: www.imprentaartesanal.blogspot.com.es

Esta entrada es la respuesta a la pregunta semanal del Test mínimo: ¿En qué obra aparece (en 1478) la primera fe de erratas de la historia del libro?–> Consulta las respuestas.