Aprender a buscar y encontrar información en la red de la forma más rápida y eficiente posible y sobre todo, encontrar contenido de calidad que nos sirva para nuestro propósito. Esa es la intención de esta serie de post que iniciamos la semana pasada en la que proponíamos un supuesto a partir del cual aprender a utilizar distintas herramientas de búsqueda.
- Supuesto:
Imaginemos por ejemplo que hemos decidido preparar una oposición y tenemos que elaborar un temario a partir de los temas que nos aparecen en las bases de la convocatoria.
Elegido uno de los temas al azar, «Integración de los recursos electrónicos en las bibliotecas. Nuevas normas que lo posibilitan», presuponemos también que nuestros conocimientos previos son mínimos, que no disponemos de bibliografía y que por lo tanto, nuestra única referencia de momento será el título.
Antes de iniciar nuestra búsqueda conviene recordar algunas cosas que, no por evidentes, dejan de contribuir a que nuestro trabajo sea más efectivo.
Organizar
Habitualmente cuando estudiamos o preparamos un trabajo organizamos previamente nuestra mesa para tener a mano todo aquello que vamos a necesitar: bolígrafo, cuaderno de notas, libros, etc. Cuando buscamos en Internet debemos hacer lo mismo, organizar nuestra “mesa virtual” antes de empezar:
- Abrimos el navegador y añadimos una pestaña para acceder al buscador que vamos a utilizar.
- Añadimos otra pestaña más para consultas y comprobaciones de los datos que vamos recabando.
- Creamos una carpeta en nuestro escritorio, en favoritos, en evernote o en la aplicación que utilizamos habitualmente, para guardar los documentos y direcciones en internet que vayamos localizando y así tenerlos agrupados para su posterior revisión.
Evitar la dispersión
Buscar en Internet requiere paciencia y concentración.
- Desconectamos redes sociales, correo electrónico y todo aquello que nos pueda distraer. Todo sigue su ritmo aunque nosotros no estemos y un rato de desconexión favorece nuestra concentración.
- Procuraremos ser ágiles en las primeras lecturas dejando para el final la lectura en profundidad.
- Evitaremos navegar sin rumbo y perdernos de enlace en enlace.
Estrategia de búsqueda y selección de resultados.
Definir previamente el tipo de información que necesitamos es fundamental para no perder tiempo en búsquedas infructuosas. En nuestro caso, con tan pocos datos de inicio, buscaremos en artículos, presentaciones, normativa, etc, la información que nos ayude a tener una visión general sobre el tema y a definir posteriores búsquedas más específicas. Con esta finalidad seguiremos estos sencillos pasos:
- Extraer las palabras claves del título para elaborar la consulta.
- Examinar la lista de resultados y realizar una primera selección basándonos en los títulos de los artículos recolectados.
- Consultar la ficha de cada uno de los registros obtenidos. Leer el resumen, si lo tiene, comprobar la política de acceso y hacer una segunda selección.
- Acceder y realizar una lectura rápida de cada artículo fijándonos principalmente en la introducción, el índice y la conclusión.
- Guardar las referencias de los artículos definitivamente seleccionados y descargar aquellos documentos cuya licencia lo permita, para una posterior revisión.
- Evaluar el contenido a través de una lectura en profundidad de la selección de artículos definitiva.
- Prestar especial atención a las citas referenciadas en los textos y a la bibliografía utilizada en cada uno de ellos. Nos ayudarán a encaminar posteriores consultas para completar aspectos que no hayamos visto.
Para encontrar información adecuada conviene probar varias herramientas de búsqueda. Una de estas herramientas HISPANA, directorio y recolector de recursos digitales, será la que vamos a probar hoy.
RECOLECTANDO INFORMACIÓN EN HISPANA
Hispana (http://roai.mcu.es) reúne las colecciones digitales de archivos, bibliotecas y museos conformes a la Iniciativa de Archivos Abiertos que promueve la Unión Europea. Entre estas colecciones destacan los repositorios institucionales de las universidades españolas y las bibliotecas digitales de las Comunidades Autónomas que ofrecen acceso a conjuntos crecientes de todo tipo de materiales (manuscritos, libros impresos, fotografías, mapas…) del patrimonio bibliográfico español.
En Hispana encontraremos información editada, es decir, artículos que han sido seleccionados y revisados antes de su publicación por personas u organismos independientes de los autores.
- Interfaz
Hispana presenta una interfaz clara y sencilla lo que constituye una ventaja a la hora de acceder a las distintas opciones de búsqueda e interpretar los resultados que se obtienen.
- Búsqueda
Podemos realizar búsquedas por palabras clave, autor, título, tema, descripción, año de publicación y colección utilizando como operadores de enlace Y, O, NO y para los truncamientos de palabras los caracteres * y ? que nos permiten encontrar términos que comparten la misma raíz o aquellos de los que no conocemos su ortografía correcta. Para buscar una frase completa tendremos que encerrarla entre comillas.
En el supuesto que estamos manejando planteamos las siguientes consultas, acotando un intervalo de tiempo reciente para localizar información lo más actual posible:
- Presentación de resultados
Por defecto la lista de resultados se ordena por relevancia pero también ofrece la posibilidad de ordenarlos por título (orden alfabético), autor y procedencia.
La procedencia de los artículos, es decir los sitios donde se encuentran alojados los documentos, se lista en la parte izquierda de la pantalla con el detalle del número de artículos que se han recolectado de cada uno de estos sitios y que coinciden con nuestra consulta.
Por último una vez seleccionados y marcados los registros que nos interesan podemos, desde esta misma pantalla, exportarlos a nuestro ordenador o si lo preferimos a nuestra email. La opción de exportar nos permite elegir el formato en el que queremos descargar la referencia: Ficha, ISBD, MARC, autor-título, etc.
Al seleccionar uno de los registros accedemos a su ficha donde encontramos información acerca del título del artículo, la lengua en la que está publicado, el autor o autores, el editor, los derechos o política de acceso, la fecha de publicación, el tipo de recurso y el identificador o enlace permanente para acceder al sitio donde se encuentra alojado el documento para su consulta. Los datos del registro permiten distintas opciones de visualización (ISBD, MARC…) y también la posibilidad de exportar dicho registro.
Y ahora qué?
Tras plantear la consulta adecuada, hacer la selección de los registros pertinentes, hacer una primera valoración y guardar aquellos artículos que consideramos de nuestro interés, llega el momento de una lectura atenta de cada uno de esos artículos.
Al terminar este proceso habremos adquirido un conocimiento general sobre el estado de la cuestión que nos ocupa y podremos comenzar a elaborar nuestro propio tema esbozando una primera estructura con aquellos aspectos que debemos tratar.
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